Nuestra Práctica

Una buena práctica agrícola, da un resultado… es un fiel reflejo de la tierra de la que nace el vino con alma propia.

Practicamos una agricultura respetuosa, con el medio y la utilización de los recursos tales como trabajo, energía y agua.

Controlamos nuestros viñedos y vinificamos nuestras uvas, seguros del manejo agrícola coherente.

La uva debe reflejar las condiciones de la tierra, la añada y nuestros trabajadores agrícolas. La expresión de nuestra tierra tiene que estar reflejada en cada botella.

Los Viñedos

Todo el valle central de Tarija cuenta con un microclima maravilloso con más de 300 días soleados a una altitud de 1860 msnm que dan una radiación magnífica y una amplitud térmica que va desde las 12 a los 33 º dando frutos de características excepcionales.

Según especialistas el principal beneficio que aporta la altura lo constituye el frío de la noche, que incrementa notablemente la acidez. Así la maduración, retardada gracias al frío nocturno, desarrolla su potencial en forma lenta y progresiva, elevando la acumulación de aromas y sabores en la uva.

Durante el día, por la cercanía del sol, la radiación es mayor, lo que ayuda a realizar mejor la fotosíntesis y a aumentar la coloración de los granos de uva. Además, con temperaturas diurnas que oscilan entre los 25 y 31º C no hay problema para alcanzar un grado alcohólico adecuado.

El resultado son vinos que tienen “mucho de todo”: color, acidez, alcohol, aromas, sabor… en resumen… magníficos vinos.

Nuestra bodega cuenta con plantaciones propias en distintas zonas las cuales aportan cualidades muy bien definidas dependiendo de la tierra.

Es así que plantamos nuestras primeras vides en el Valle de Concepción a 25 km de Tarija, zona bendecida por Dios para producir uvas, bañadas por las aguas del Río Camacho en suelos francos.

Otra apuesta nuestra en la zona del Portillo suelos pobres donde las plantas sufren para dar sus mejores frutos y sale a relucir los otro tipo de potencialidades.

Y finalmente en la zona de Torrecillas también plantamos vides que aportan con su suelo pedregoso una característica tánica.